Control territorial, migratorio y expulsiones: Esos serán los ejes del Programa de Control Territorial Focalizado en Chile, diseñado por la ministra del Interior, Carolina Tohá, el cual forma parte de la agenda de seguridad impulsada por el Gobierno.
La estrategia consiste en una focalización del Plan Calle sin Violencia, con un plan piloto en la Región Metropolitana y cuyas medidas fueron trabajadas en conjunto con Carabineros y la Policía de Investigaciones.
En ese sentido, el Programa contempla tres fases de intervención. En primer lugar, Control territorial, que busca frenar los delitos violentos y el uso de armas de fuego vinculados a personas con órdenes de detención pendientes, extranjeros con orden de expulsión vigente y extranjeros en situación irregular no inscritos en el proceso de empadronamiento.
Incluye a 250 Carabineros de distintas unidades y especialidades, 54 vehículos y cuatro equipos de prevención de control de armas. Esto se traduce en fiscalizaciones, controles, detenciones y retenciones de personas con órdenes de aprehensión pendientes, antecedentes de comisión de delitos o en situación migratoria irregular. En caso de no presentar documento de identidad, la persona extranjera será trasladada a un cuartel de la PDI.
En segundo lugar, el Control migratorio, que incorpora medidas para apoyar las acciones de control migratorio y búsqueda de personas con órdenes de detención pendientes, extranjeros con orden de expulsión vigente y extranjeros en situación irregular no inscritos en el proceso de empadronamiento.
Por último, el ámbito de las Expulsiones, con medidas administrativas y cambios legales para mejorar la capacidad de hacer efectivas las expulsiones migratorias.
«Estamos trabajando, en conjunto, sin pausa, para ganarle la batalla a la criminalidad de nuevo tipo que pretende enseñorearse con nuestras ciudades y no lo van a lograr», afirmó Gabriel Boric, presidente de Chile, durante la presentación de este plan de seguridad.
Durante la actividad, el mandatario realizó además la entrega oficial de 90 vehículos policiales destinados a tres regiones del país. Estos vehículos pendientes corresponden a las regiones de Valparaíso, Metropolitana y del Libertador Bernardo O’Higgins.